Statement
Como artista, persigo la luz que emerge en un mundo de sombras. La fotografía es mi lenguaje, no para registrar la realidad, sino para transformarla en un medio de expresión que trasciende sus límites tradicionales. Como heredero del pictorialismo, cada imagen dialoga con la tradición pictórica: del Barroco adopto la dramática orquestación de la luz y el claroscuro, mientras que de los prerrafaelitas tomo su búsqueda de la belleza ideal y su capacidad para crear atmósferas entre lo real y lo onírico.
Mi obra explora la figura humana en sus múltiples dimensiones: desde la intimidad del retrato hasta la pureza del desnudo artístico, buscando revelar la esencia que habita más allá de la forma visible. Los bodegones completan este lenguaje visual, transformando objetos cotidianos en símbolos de contemplación.
Mi proceso creativo equilibra precisión técnica y libertad expresiva. En el estudio, cada composición es una coreografía meticulosa donde el cuerpo se convierte en elemento escultórico, evocando la tradición de la pintura clásica a través de la luz y la textura. En espacios naturales, trabajo en armonía con la luz ambiental, buscando capturar la conexión primitiva entre la figura humana y su entorno. Esta dualidad entre control y espontaneidad se completa en el laboratorio digital, donde, siguiendo la tradición pictorialista, cada imagen es refinada para alcanzar su máxima expresión emocional.
En una era dominada por la inmediatez, mi trabajo propone un retorno a la contemplación pausada. Cada imagen crea un espacio de reflexión donde el tiempo se detiene, invitando al espectador a sumergirse en una realidad más profunda y significativa.