Statement
«La belleza habita en los ojos del que mira, pero las sombras desvelan lo que la luz no alcanza a nombrar»
Te invito a adentrarte en este diálogo entre la luz y la oscuridad que ha sido, desde siempre, el lenguaje secreto de mi alma. Cada fotografía que presento ante ti nace de esa danza eterna entre claridad y penumbra que ha marcado mi propio camino.
En mi trabajo pictoralista, el claroscuro no es simplemente una elección técnica, sino una confesión silenciosa. Al capturar ese preciso instante donde la luz acaricia la sombra, busco revelarte algo íntimo: que la belleza más profunda surge justamente en esos espacios de transición, en esa frontera donde conviven lo luminoso y lo oscuro.
Como escribió John Keats en su Oda a una urna griega: «La belleza es verdad, la verdad belleza» —y no hay verdad más honesta que aquella que reconoce nuestra naturaleza dual. Mi cámara persigue esa paradoja, intentando eternizar los momentos donde la luz no anula la oscuridad, sino que la abraza y la transforma.
Cada imagen que contemplas es un fragmento de mi recorrido por los contrastes de la existencia. En ellas, te ofrezco no solo una visión estética, sino una invitación a reconocer tu propia luz y tus propias sombras; a hallar belleza incluso en aquellos rincones que la vida mantiene en penumbra.
Porque, como bien reflexionó Goethe, la luz solo adquiere significado cuando se la contrasta con la oscuridad. Y en esa comprensión —en el abrazo de ambos extremos— reside, quizás, nuestra más profunda conexión con lo que nos define.
Con el corazón en la mirada.